- Reforç agents cívics
- Agents Cívics per la Barceloneta
- Agents Cívics per Ciutat Vella
- Imatge de un equip d’agents cívics voltant per l’espai urbà
Pla Endreça. La unidad, creada en el 2015, vela por el civismo y la buena convivencia en la ciudad.
Los agentes cívicos de Barcelona cumplen diez años velando por el civismo y la buena convivencia en la ciudad. La unidad se creó en el 2015, y en esta década ha hecho más de seis millones de actuaciones, en momentos excepcionales como la pandemia, cuando dio apoyo a los centros de vacunación, o en el despliegue especial en el marco del Pla Endreça.
Cuando se creó la unidad de los agentes cívicos, respondía a la necesidad de velar por una buena convivencia en zonas afectadas por la presión turística, sin embargo, una década después, estos profesionales se han consolidado como una pieza clave para garantizar el civismo en la ciudad. Actualmente sus intervenciones hacen de Barcelona un espacio más amable, seguro y ordenado tanto para los ciudadanos como para los visitantes.
Un modelo basado en la pedagogía
Los agentes cívicos, que trabajan en coordinación con la Guardia Urbana y el Ayuntamiento, actúan siempre con una mirada educativa y próxima que pone el acento en el diálogo, la sensibilización y la voluntad de generar conciencia y corresponsabilidad entre la ciudadanía. Para conseguirlo, su protocolo es informar a las personas de manera clara sobre las normas de convivencia, requerir un cambio de actitud en caso de incumplimiento de una normativa y advertir sobre la posibilidad de intervención de la Guardia Urbana.
Según las cifras relativas al año 2024, periodo en que los agentes realizaron más de 330.000 actuaciones en el espacio público, el tipo de actitudes incívicas más comunes en las que intervino la unidad fueron los cruces fuera del paso de peatones; la ocupación de los carriles bici; la circulación de bicicletas y VMP por la acera, o la regulación de grupos turísticos. También se dan casos como el nudismo o casi nudismo, el comercio ambulante no autorizado y otras formas de uso inadecuado de las vías destinadas a bicicletas, entre otras cuestiones.
Una década a pie de calle
Con casi 6,7 millones de intervenciones acumuladas, el servicio ha estado siempre presente a pie de calle, escuchando, orientando y reforzando la convivencia. Espacios como la Sagrada Familia, con casi 1,9 millones de actuaciones, o las oficinas de atención ciudadana (OAC), con 2 millones de registros, son ejemplos de este latido constando de actividad, así como los 500.000 registros en la Barceloneta o los 8.000 en el barrio de la Trinitat Vella, que evidencian su versatilidad y arraigo en el territorio.
Más allá de las cifras, el valor de esta unidad se ha hecho especialmente evidente en momentos excepcionales. Durante la pandemia, los agentes cívicos fueron un puntal esencial en la gestión del día a día en el espacio público, por ejemplo, facilitando el cumplimiento de las normativas y dando apoyo en campañas de vacunación masiva. El último verano, el servicio también se sumó al dispositivo especial vinculado al Pla Endreça e intensificó la presencia en puntos estratégicos de la ciudad para promover el buen uso del espacio público, detectar malas prácticas en la gestión de residuos y velar por la convivencia en los barrios con más presión vecinal y turística.