- Vista aèrea del Terrat Viu, al Museu de Ciències Naturals de Barcelona
- Àrea experimental Mesocosmos, al Terrat Viu del Museu de Ciències Naturals de Barcelona
- Una de les cinc basses d’aigua del Terrat Viu del Museu de Ciències Naturals de Barcelona
- Vista aèria del Terrat Viu, al Museu de Ciències Naturals de Barcelona
Ciencia. El terrado, de 7.100 metros cuadrados, vuelve a abrir con dos novedades: un área experimental y una zona dedicada a mostrar la flora mediterránea mundial.
Después de prácticamente dos años cerrado, el terrado, de 7.100 metros cuadrados, vuelve a abrir con dos novedades: un área experimental que funciona como un laboratorio natural para evaluar los efectos del cambio climático en la vegetación y una zona dedicada a mostrar la flora mediterránea mundial.
El Terrado Vivo del Museo de Ciencias Naturales de Barcelona, que ocupa la mitad de los 14.000 metros cuadrados de superficie total de la cubierta, vuelve a ser visitable con la entrada general del museo, e incorpora el área experimental Mesocosmos, el primer proyecto de investigación que se sitúa en el terrado. Es una de las propuestas ganadoras de la convocatoria de subvenciones para la investigación y la innovación que impulsan el Ayuntamiento de Barcelona y la Fundación “la Caixa” y se trata de pequeñas estructuras en forma de cúpula hexagonal abiertas por la parte de arriba que permiten elevar 2 ºC la temperatura interior sin aislar el ecosistema del entorno natural, para ver los efectos del cambio climático en la vegetación.
Otra de las novedades del nuevo Terrado Vivo es el jardín Mediterráneas del Mundo, que se inspira en el Jardín Botánico de Barcelona y que muestra la flora mediterránea de las cinco regiones del planeta que comparten este clima: aparte de la zona mediterránea, es característico de algunas regiones de Chile, de Australia, de California y de Sudáfrica.
El resto del terrado lo ocupan prados mediterráneos y cinco balsas de agua, anteriores a la reapertura, y se ha instalado un nuevo hotel de insectos. Para el prado se ha aprovechado la biodiversidad existente y se han plantado 1.500 plantas arbustivas, muchas de ellas melíferas. Con respecto a las balsas, dos han seguido un proyecto de renaturalización con la intención de favorecer la biodiversidad de flora y fauna. Además, el hotel de insectos y las plantas melíferas, que atraen insectos polinizadores, ayudan a conservar las abejas y las avispas solitarias, esenciales para mantener el equilibrio de los ecosistemas naturales.
La cubierta del edificio, concebida y ejecutada en el año 2004 como una gran extensión de agua, se transformó en cubierta verde entre los años 2018 y 2020. El Terrado Vivo, que ha estado cerrado a la visita pública para repensar las instalaciones, se puede visitar los fines de semana y festivos, de 11.00 a 15.00 horas, y los domingos por la tarde, con puertas abiertas, de 16.00 a 20.00 horas.