Salud. Son cerca de 150 objetivos para reducir la accesibilidad al alcohol, prevenir las adicciones y reforzar la atención a las personas consumidoras y las familias.
El Plan de acción sobre drogas y adicciones 2025-2028 fija cerca de 150 objetivos para reducir la accesibilidad al alcohol, prevenir las adicciones y reforzar la atención a personas consumidoras y familias, incorporando la perspectiva de género, la interseccionalidad y la equidad. Es el undécimo plan que se impulsa en la ciudad desde 1987 y se ha elaborado mediante un proceso participativo con cerca de trescientos profesionales, responsables políticos y ciudadanos.
El nuevo plan se articula en cinco ejes estratégicos, y entre las novedades destacan los objetivos de gobernanza que requieren consenso y responsabilidad compartida entre administraciones y agentes sociales. Pone el énfasis en impulsar medidas para reducir las oportunidades de consumo, promover la salud y la prevención comunitaria, potenciar la calidad y la equidad de la red asistencial y reducir el estigma.
Según la última Encuesta de salud de Barcelona, el alcohol es la sustancia más consumida: el 54,9 % de las mujeres y el 75,7 % de los hombres habían consumido alcohol en el último mes. Además, aumentó el consumo de riesgo (17 o más unidades semanales en mujeres y 28 o más en hombres) y compulsivo (5 o más consumiciones seguidas más de una vez al mes) con respecto a la encuesta anterior.
Ante estos datos, el plan propone un acuerdo de ciudad para desnormalizar el consumo de alcohol mediante entornos saludables, el control de la venta y la publicidad y la propuesta de alternativas de ocio saludable para jóvenes.
El nuevo plan quiere dar respuesta a retos emergentes, como las adicciones vinculadas al juego y a las tecnologías, la aparición de sustancias sintéticas y fenómenos como el sexo químico (consumo de sustancias psicoactivas durante el sexo). Para eso prevé reforzar los sistemas de alerta precoz, desarrollar acciones preventivas, adaptar los espacios de consumo supervisado según las necesidades de las personas consumidoras y ampliar la formación de los equipos profesionales.
Acompañamiento a las familias
El papel de las familias es clave en la prevención y el acompañamiento, una necesidad que se ha confirmado en los diferentes espacios de cocreación tanto con profesionales como con la ciudadanía.
El nuevo plan consolida el Servicio de Orientación sobre Drogas (SOD), un recurso gratuito para adolescentes y jóvenes de hasta 21 años y sus familias que ofrece orientación sobre el consumo de sustancias y el uso problemático de las tecnologías, y prevé ampliar los recursos de acompañamiento terapéutico, crear un mapa de recursos preventivos y asistenciales de consumo de drogas y adicciones y trabajar con asociaciones de familias y la comunidad educativa.
La perspectiva de género y la interseccionalidad como eje transversal y prioritario
El nuevo Plan de acción sobre drogas y adicciones sitúa la perspectiva de género como eje transversal y prioritario e incorpora la mirada interseccional para entender cómo el género, el origen, la edad, la orientación sexual y la clase social interactúan y multiplican las desigualdades en salud.
El documento prevé aplicar este enfoque en todas las acciones del plan para garantizar una respuesta equitativa, teniendo en cuenta los roles de género, el uso de los espacios, los riesgos de consumo y el estigma. Además, apuesta por mejorar el acceso a la red asistencial y social de los colectivos más vulnerabilizados, incluidas las mujeres cisgénero, las personas de género disidente y el colectivo LGTBIQ+.